El Realismo





Crispin y Scapin (Museo de Orsay, París), obra de Daumier, anuncia ya el expresionismo con su técnica de trazos discontinuos y su factura caricaturizante.


Le romanticismo ya había roto con la temática clásica de lso dioses del Olimpo héroes y figuras bíblicas, pero la agudización de la lucha de clases obligó a los artistas a dar un paso más y tomar partido ante los grandes problemas políticos y sociales. De este modo, frente al deseo de evasión de los artistas románticos, el realismo acentuó el apego a la realidad aceptando las sórdidas condiciones de la sociedad. Una realidad social que exigía un nuevo lenguaje, frío y directo, de pincelada firme y contornos precisos, que rechazaa la belleza idealizada, y una temática de campesinos, lavanderas y paisajes totalmente alejada de las convenciones academicistas.


PINTURA

En esta pintura realisata destacan las obras del inconformista Gustave Coubert, comprometido ideológicamente con el proletariado e interesado en reproducir la realidad concreta, con minuciosa observación y vigorosa expresión, de Honoré Daumier, considerado uno de los mejores caricaturistas satíricos de todos lso timepos  autor de una obra cruda y enérgica, y de Jean Francois Millet, pintor de la vida rural, auqnue con una visión más sentimental de la vida campesina.

La preocupación por la naturaleza y la búsquedade su plasmación plástica confluyeron en el mejor paisajista del siglo XIX, Camille Corot, y en la Escuela de Barbizon, que prepararon los logros pictóricos del siglo XX y las investigaciones que supondrían la aparición del impresionismo. La obra de Corot resume el paso entre el paisaje lásico y el paisaje realista, demostrando que la fidelidad realisata no tenía por qué oponerse necesariamente al lirimos poético ante la anturaleza. Corot experimentó por primera vez los benfeiciosde la pintura la aire libre, valorando de forma especial la captación del instante, la espontaneidad, la luz y la atmósfera dle momento por encima del color. La Escuela de Barbizon adoptó una actitud más decididamente realista, al margen de modas académicas y románticas. Barbizon se convirtió en punto de encunetro con la naturaleza para un nutrido grupo de artistas: Theodore Rousseau, Jules Dupré, Narcisse-Virgile Díaz Peña, Jean FRancois Millet, Constant Troyon, Charles Francois, y entre otros pintores haituales como Camille Corot.


Uno de los temas favoritos de Millet fue le trabajo de los campesionos como lo atestigua en Las Espigadoras, (Museo de Orsay, Paris), pero con una visión más lírica que otros pintores realistas.



Rousseau y sus amigos pintaban sur le motif tomando apuntes al aire libre con los que hacer un estudio obejetivo y fiel de la naturaleza en contrasposición a los paisajes históricos y a los excesos románticos. Su producción, precursora de la pintura realista y dle impresionismo se aleja del paisajismo tradicional francés, dotándola de una extraordinaria naturalidad y sinceridad. Los elementos de la naturaleza se convierten en objeto de estudio, en excusa para plasmar los fenómenos ambientales y los cambios atmoféricos y lumínicos, con una paleta sombría, de escasa luminosidad.


ESCULTURA

Jean Baptiste Carpeaux fue el escultor más representativo del Segundo Imperio, con una obra que adapata los presupuestos clasicistas a través del realismo, auque la mejor traducción escultórica del realismo se encuentra, sin duda, en la obra del belga Constantin Meunier. En España, cabe destacar dentro de la corriente naturalista en el úlimo tercio dle siglo XIX a Venancio Vallmitjana, Ricardo Bellver y MAria Benllinure.


La Danse (La danza), Ópera Garnier en Paris.